viernes, 16 de julio de 2021

RIO GUADIANA, descubrir la navegación tranquila.

 Hola a todos,

Coincidiendo con una semana de vacaciones y por los problemas de movilidad para viajar fuera del país por la pandemia, he decidido acercarme al rio Guadiana con el barco para preparar este "derrotero", y lo pongo entre comillas, ya que solo pretende ser una ayuda a todos aquellos que aun no lo conozcan y animarles a descubrir este lugar paradisíaco.


La entrada al río se hace a través del canal balizado, que empieza a media milla mar adentro desde el espigón portugués que queda en la margen izquierda. Los fondos alrededor de la margen derecha son muy bajos y conviene no cercarse a la playa de Isla Canela, al igual que en la prolongación del espigón de entrada. Pero se entra muy bien sin problemas, ya que está bien balizado.




Navegando en el centro del canal de entrada no tendremos problemas de calado, teniendo 3 metros como mínimo en la marea mas baja.

Ojo!!! cuando la marea esté baja y tengamos mar de fondo de poniente, con vientos mayores de 18Kn, se puede formar una ola muy incomoda hasta llegar al resguardo del espigón portugués




En la desembocadura se producen aportes de sedimentos por las corrientes, mareas y viento, pero para no tener problemas, hay construidos dos espigones, uno en el lado portugués, visible de 2 km de largo y otro sumergido en el lado español, que solo se ve con las mareas muy bajas y tiene una base de hormigón que asoma al final de la construcción.  Si vamos por el canal balizado no tendremos problemas, además es muy ancho y permite el paso de varias embarcaciones a la vez.





Entrando por el canal, vemos tras pasar el espigón, en la orilla portuguesa, una serie a astilleros y un par de restaurantes y en el lado español, bajos de arena y la salida del caño Estero San Bruno, un buen sitio tranquilo para fondear.





Si seguimos más adelante encontramos en la orilla portuguesa el primer puerto deportivo, el de Villarreal de Sto Antonio, donde se puede atracar en el costado interior de su muelle perimetral. Ojo con la corriente,  ya que este puerto no está cerrado al río y las corrientes pueden ser fuertes a la hora de atracar. Al final del muelle de este puerto se encuentra la única gasolinera de la zona junto al muelle del ferry que une las dos poblaciones portuguesa y española.




Frente a este puerto en el lado español, tenemos la salida de otro caño donde es interesante fondear. Hay muchas barquitas de pesca en su interior y se puede dejar el dingui en la playa de estribor o un poco más arriba en un par de espigones que hay a babor antes del puente de la carretera. De aquí a 2 km estaremos en el centro de Ayamonte. Digo esto, porque el pto deportivo de Ayamonte que es de la EPPA, no deja acceder con el dingui si le preguntas por radio.


                           



Si seguimos más arriba ya nos encontramos con la entrada al Pto Deportivo de Ayamonte, gestionado por la EPPA. Este puerto tiene poco fondo en su entrada, con marea baja debes entrar lo mas pegado al pantalán que hay vacío a babor y continuar desde allí hasta la altura del primer pantalán con barcos situado a estribor. Te dejo la última batimetría del puerto






Si tienes algún problema con el barco y lo tienes que sacar del agua, en el lado portugués y pasando Villarreal de Sto Antonio busca la última dársena de pesca, en el interior hay una marina donde, con un curioso método de super remolques, y aprovechando las mareas, sacan el barco con una tractor, incluso barcos de 12mts.



Si seguimos rio arriba, en el lado portugués ya solo quedan esteros y poca profundidad y en el lado español pasaremos frente al paseo de Ayamonte y la lonja con su muelle pesquero. Tras el muelle hay un astillero de ribera y desde allí hasta la altura del Parador de Ayamonte también se puede fondear.

 


Para seguir subiendo, llegamos al Puente Internacional del Guadiana, donde debemos aproximarnos a él por la mitad del lado español del rio, ya que tiene más fondo. Recuerda que se eleva 20mt sobre la cota más alta de marea y 100mt de altura en sus dos pilares de altura total. Es impresionante  el sonido del viento en sus tensores a su paso.







Desde este momento el río está balizado con tubos rojos y verdes y luces intermitentes del mismo color de noche. Esto hace que la navegación sea muy cómoda y no como antiguamente a ojo, o con la única carta sin cotas que existía.




Tras pasar el puente tenemos el primer meandro con una casa de frontera en el lado portugués y un poco mas adelante en el mismo lado, hay un pantalán de una urbanización  de golf que es libre, aunque no está bien mantenido. El fondeo en su cercanía es seguro y se puede bajar a tierra con la auxiliar, y si miramos hacia el lado español, tenemos un proyecto de urbanización con otro campo de golf.






Subir el río 2 horas después de la bajamar ayuda a que la corriente te lleve en volandas y si a eso le sumas una brisa ascendente, apaga el motor y saca el génova, iremos trasluchando y disfrutando de los sonidos de este entorno espectacular.



Hasta ahora las orillas del rio han sido llanas, pero al final del segundo meandro, en la margen española comienza una primera elevación del terreno, se llama Pedra Amereta  y bajo la ensenada con arboles se puede fondear.




A medida que vamos subiendo, el rio se vuelve un poco más recto, con curvas suaves hasta la primera población del lado portugués, Almada de Ouro, aquí las orillas del rio empiezan a elevarse, intercalando montañas con valles de cultivos y con fincas a ambos lados que entretienen la vista y la navegación. Recomiendo llevar unos buenos prismáticos para ir viendo los detalles del paisaje y de la fauna que se puede encontrar en la orillas. Podremos fondear en el lado portugués a la altura de este pueblo y un poco más arriba en Amoreira.




A partir de aquí iremos encontrando en las orillas del rio barcos fondeados de diferentes tipos y pelajes, mantenidos y abandonados, en uso o en descanso, de gentes que ya viven en sus casas prefabricadas o de otras que les pareció lo las económico donde dejarlo.




Si seguimos río arriba, encontramos otra pequeña población en el lado portugués llamada Foz de Odeleite, tras una salida de su afluente llamado Odeleite. Esta población dispone de un pequeño pantalán que siempre está lleno,  pero si queremos bajar a tierra para ir a algunos bares que tiene, podemos fondear y llegar con el dingui. El mejor fondeadero se encuentra en el lado portugués desde la salida del Odeleite hasta media milla pasado el pueblo.




A partir de aquí comienzan a aparecer pequeños pantalanes en ambas orillas, propiedad de las casas que vamos descubriendo en cada rincón.

En la siguiente curva del rio tenemos tres poblaciones en la parte portuguesa, Álamo, Guerreiros do Rio y Laranjeiras, las dos últimas con sus pantalanes y sus fondeos. En Guerreiros se fondea en el lado portugués y en Lanjareiras en la orilla española. Ambas poblaciones tienen sus tabernas a pie del pantalán donde tomar una refrescante cerveza Sagres.

En Guerreiros se puede visitar el Museo del Río, donde se muestran sus artes de pesca antiguos.






Tras Lanjareiras, el río hace un pronunciado meandro, subiendo considerablemente la altura de las orillas externas de cada curva y con bastante profundidad en esa zona. 




En la curva interior de este meandro hay fondo suficiente para que cuando el viento es de río arriba (en el Guadiana el 99% de las veces el viento es río arriba, rio abajo o no hay viento) se forme una zona de calma del viento y de corriente para que podamos fondear y bañarnos junto a los cañaverales de la aldea española llamada Romeirao. En la curva siguiente tenemos otro buen fondeadero en la orilla española pasado Puerto Carbón y antes del barranco de Santiago.


Desde aquí el río sigue entre casitas, barrancos y barcos fondeados hasta llegar a las dos mayores poblaciones del río, enfrentadas desde hace siglos, unidas y separadas por el río que les da la vida y su economía. Sanlúcar del Guadiana en el lado español y Alcautim en el portugués. 

Lo primero que se ve a la lontananza es la majestuosa silueta del Castillo de San Marcos en la población de Sanlúcar del Guadiana.



Atracar se puede hacer en ambas orillas, siempre que exista un sitio y es muy importante respetar el hueco del barquero que une ambas poblaciones y que está señalado en embarcadero. En los pantalanes hay luz, agua y duchas para el aseo. Si no encontramos hueco para atracar, se puede fondear a lo largo del río y acercarnos a sus poblaciones en el dingui. En el lado español se puede reservar llamando por teléfono a la oficina del puerto.




Sanlúcar del Guadiana

Esta asentado en las faldas de tres cabezos, en el sitio más alto se encuentra el castillo de San Marcos, una fortaleza que se ilumina por la noche. 

Tiene un pantalán con luz y agua, que se ha  ampliado recientemente, gestionado por la EPPA, donde se puede atracar siempre que encuentres un hueco libre.



Junto al Castillo de San Marcos existe una tirolina gestionada por el chiringuito de madera que hay junto al puerto y que te cruza por encima de los palos de los barcos hasta la orilla portuguesa, es muy recomendable esta actividad que da la sensación de estar experimentando el vuelo de un pájaro.



Alcautim

También en esta población podemos encontrar un castillo y es visitable, merece la pena ver su interior y la vistas del río desde sus murallas. En Alcautin también puedes encontrar ferretería, supermercado y un mercado local de frutas y productos típicos pasando el puente de su afluente. Si bajas por el camino de tierra que hay a la salida del puente a la izquierda, encontrarás una playa fluvial donde van a bañarse los niños del pueblo y donde se hacen las verbenas en las calurosas noches de verano.



Alcautin tiene dos pantalanes a ambos lados del muelle de cemento en los que se puede atracar respetando las zonas señalizadas para el barquero, hay luz y agua. Ojo con aproximarse a la orilla portuguesa una vez pasado el pueblo, ya que está la desembocadura del cauce del Alcautim y hay poco fondo, está señalizada.

Una excusión entretenida es visitar Castelo Velho,  unas ruinas árabes de un poblado que hay en un cerro a unos dos km río arriba. Debemos seguir las indicaciones de ruta PR3, que hay a la entrada del puente junto a los contenedores de reciclaje.




Las vistas desde aquí son impresionantes, y muestran la dureza de las primeras poblaciones de la península y lo que fue ser pioneros en una tierra virgen, desde aquí podremos ver parte del camino recorrido del río y lo que nos queda aún.






Tanto en Sanlúcar como en Alcautin tenemos bares y restaurantes donde picar, beber o comer, según  el estilo típico de cada país.

Seguimos río arriba 6 millas por meandros, embarcaciones fondeadas y casas en la orillas con sus embarcaderos y su verdor, a una milla río arriba de Alcautin se ve el puesto de Lourinha. El ría corre por la parte noroeste viéndose sucesivamente los puestos de Promedeiros y Enyoval. 

La calma del río invita a la pesca, siendo habitual encontrar pescadores en la ribera oeste echando o levantando las redes que se localizan por pequeñas boyas cerca de la orilla flotando.

En una acentuada curva del río hacia el oeste, en la parte española, encontraremos el puerto de La Laja, un antiguo puerto de embarque de mineral con una imponente estructura de piedra derruida y que en la actualidad están construyendo un espigón flotante para barcos.



Este enclave minero, donde el hombre se ha servido del desnivel de la naturaleza para construir una gigantesca mole de piedra e hierros, es donde se lavaba y embarcaba el mineral que se sacaba de la zona.

Fue construida en 1885 y hasta aquí subían buques de 5m de calado para cargar el mineral hasta los años 60 en los que se abandonó la actividad. Ahora abandonado y en ruinas, sus escaleras de piedra y muelle, sirven de entretenimiento a los muchachos del pueblo para bañarse y refrescarse en las tardes de verano. En la orilla opuesta hay un buen peñón imponente de piedra y en el fondo una laja de piedra que da nombre al lugar, no acercarse ni fondear ahí, siempre mejor justo pasado el muelle en el lado español.



En la rivera del río aparecen ahora sauces llorones, adelfas, y algunos rebaños de ovejas pastando sobre sus sombras, aquí el río discurre por una orografía más abrupta e impresiona el paisaje.

Seguimos río arriba unas 2 millas, donde encontraremos a la salida de un río en el lado portugués,  y un gran eucalipto un poco más adelante. Es el Río Vascao, merece la pena fondear a la sombra de este majestuoso eucalipto y bajar a descubrir las orillas de este río, donde encontrarás tortugas, martín pescador y barbos. Te recomiendo lo hagas en silencio y a remo y con la marea llena, ya que tiene poco calado. El recorrido termina cuando llegas a una muralla de piedras pertenecientes a un antiguo molino de mareas donde hay profundidad suficiente para darse un baño en aguas cristalinas. Este afluente es la frontera entre las dos regiones portuguesas de Algarve y Alentejo.






Ya estamos llegando al final de nuestro camino, un par de  millas más adelante descubrimos la villa minera de Pomarao, presidida por los puestos fronterizos del Barranco do Alamo y Canavial, hoy un bonito puente une los dos países, quedando a la vista en la margen Este el Río Chanza y su imponente pared de hormigón que conforma una  de las mayores presas andaluzas. Esta unión de ambos ríos es el único sitio de poco calado, siendo aconsejable seguir el mapa que te dejo abajo y pasar con mara alta, el pueblo tiene un pequeño espigón con pantalán y se puede fondear en sus alrededores. Son pocos los navegantes que se adentran tan arriba en el río y es fácil encontrar hueco.




En Pomarao encontraremos una población minera del interior de la sierra del Alentejo, que fue un importante centro de carga de mineral proveniente de las minas de Sto Domingo, en el interior. De aquí partían minerales con destino a Inglaterra y Alemania.

Y a partir de aquí las dos orillas del río serán completamente portugués y se podrá subir 10 millas hasta la localidad de Mértola, la visita merece la pena, ya que es una población con muchos vestigios romanos (Myrtilis de Julio Cesar), pero debes subir con una embarcación ligera y acompañado de algún conocedor local del río, ya que empezamos a tener bajos y lajas de piedra que hay que conocer bien. En Pomarao hay personas que se dedican a dar paseos río arriba, solo tienes que preguntar por ellas en la cantina. Pomarao también fue un pueblo dedicado a la carga de mineral hasta 1969.


Y esto es todo, solo espero haberte abierto la curiosidad por visitar este enclave privilegiado que tantas veces nos ha fascinado a toda mi familia y del que tan buenos recuerdos tenemos.


Buena proa _/)_